domingo, 31 de agosto de 2014

Situaciones y sucesos de la vida diaria.

En nuestra vida cotidiana nos encontramos expuestos constantemente a diferentes situaciones que podrían derivar en lesiones o sufrir  una enfermedad súbita en cualquier momento, para lo cual debemos estar preparados y conocer los primeros auxilios básicos.

Estos Primeros Auxilios nos pueden ayudar a:
  • Salvar la vida del paciente.
  • Reducir el tiempo de recuperación del paciente
  • Marcar la diferencia entre una discapacidad temporal o permanente.

Los accidentes más comunes que sufrimos en la vida diaria son: 
  • Caídas: Es una de las causas más comunes de accidentes, con consecuencias que van desde heridas o lesiones leves hasta la muerte.

  • Accidentes automovilísticos: este tipo de accidentes ocurren principalmente por descuido, imprudencia, falta de conocimiento de los reglamentos de tránsito, violación o incumplimiento de los mismos, falta de pericia de los conductores y vialidades mal diseñadas o en mal estado.

  • Cortaduras, perforaciones o lesiones de la piel: Uno de los accidentes más comunes con consecuencias de muy diversa índole. En el hogar, el lugar de trabajo o estudios, los lugares de ocio y entretenimiento,  la vía pública…No hay más que estar atento y concentrado con las actividades que realizas, conocer sus riesgos y hacerlo de la manera adecuada para prevenir este tipo de accidentes. Nunca improvises, sigue los procedimientos, lee los instructivos, utiliza las herramientas o utensilios de manera adecuada; recuerda, lo que está en riesgo es tu salud e incluso tu vida.

  • Quemaduras: Las quemaduras pueden ocurrir en espacios muy diversos, situaciones muy disímiles y con objetos o productos de muchos tipos. Las consecuencias de las quemaduras pueden ser desde leves y pasajeras hasta muy serias y que pueden marcar tu salud y bienestar toda la vida.

  • Intoxicación y/o envenenamiento: Accidentes que muy frecuentemente ocurren por falta de prevención, por ejemplo: envases sin etiquetar, dejar productos tóxicos al alcance de los niños, guardar en un mismo lugar productos tóxicos con aquellos que no los son, etcétera.  

Para evitar estos tipos de accidentes podemos tomar distintas precacuciones, para evitar sufrirlas o al menos evitar que sean aún más peligrosas.
  • En casa: Para evitar lesiones derivadas de caídas o golpes, hay que procurar tener siempre una buena iluminación, no andar a oscuras, utilizar un calzado adecuado, mantener despejadas las zonas de paso para evitar tropezar y no andar sobre suelos mojados o resbaladizos. Si se tiene alguna limitación para caminar, es preferible no utilizar alfombras, para no tropezar. 
  • En el baño: una barra para agarrarse y alfombrillas antideslizantes dentro de la bañera o la ducha son medidas muy importantes.
También es muy importante conocer las técnicas de vendaje para poder prevenir accidentes o en caso contrario, ayudar a que mejoren. 

Técnicas de vendaje:

  • Vuelta circular: Se emplea para anclar el principio de un vendaje, cada vuelta rodea y cubre completamente la anterior.
  1. Se sostiene el vendaje en una mano, la mayor parte de la venda estará enrollada, excepto unos 8 cm. de la misma.
  2. Se aplica el extremo de la venda a la zona implicada.  Se sostiene dicho extremo con el pulgar de la mano.
  3. Se darán las vueltas de la venda necesarias alrededor de la zona, de forma que cada una de estas vueltas cubre en parte la anterior.
  4. Se asegura el extremo del vendaje con tela adhesiva
  • Vuelta en espiral: Se utiliza para envolver una región corporal larga y recta o de perímetro creciente, ej. dedos, brazos y piernas. Cada vuelta se imbrica en la anterior.
  1. Se inicia el vendaje con dos vueltas circulares.
  2. Se continúan las vueltas formando unos 30 º, cada una de ellas solapándose con la anterior en unas dos terceras partes la anchura de la venda.
  3. Se finaliza el vendaje con otras dos vueltas circulares y se asegura con tela adhesiva.
  • Vuelta en espiral invertida: Se usa para adaptarse a una parte del cuerpo cuyo perímetro va en aumento. El vendaje se ancla primero y luego cambia de dirección a la mitad de cada vuelta espiral.
  1. Se asegura el vendaje con dos vueltas circulares y se gira la venda hacia arriba unos 30 º.
  2. Se coloca el pulgar de la mano libre sobre el extremo superior del vendaje.
  3. Se desenrolla unos 15 cm. de venda, volviendo la mano para que se doble sobre sí misma.
  4. Se continua el vendaje de la extremidad, solapando cada vuelta anterior con las dos terceras partes del ancho de la venda. Cada vuelta de la venda volverá a la misma posición sobre la extremidad para que el vendaje quede alineado.
  5. Se finaliza el vendaje con dos vueltas circulares, asegurando el extremo con tela adhesiva.
  • Vueltas recurrentes: Vendaje que incluye una combinación de varios tipos de vueltas, como circular, espiral y espiral invertida.  Se utiliza para vendar muñones o cuero cabelludo.
  1. Se asegura el vendaje con dos vueltas circulares.
  2. Se dobla la venda y se pasa por el extremo distal de la parte implicada.
  3. Sujetándola con la otra mano, se lleva hacia la parte inferior derecha solapándose en dos terceras partes de la anchura de la venda.
  4. Se dobla de nuevo ahora hacia el lado izquierdo, también solapándola con la vuelta anterior.
  5. Se continúa de esta forma alternando la vuelta a izquierda y a derecha hasta que queda cubierta toda la zona.  Se solapa cada vuelta unas dos terceras partes con la anterior.
  6. Se finaliza el vendaje con dos vueltas circulares y se asegura el extremo con tela adhesiva.
  • Vuelta en ocho: Se emplea para envolver articulaciones.  Empieza por anclarse por debajo de la articulación y luego se aplican vueltas ascendentes y descendentes alternas, describiendo una figura de ocho.
  1. Fije el vendaje con dos vueltas circulares.
  2. Pase la venda por encima de la articulación, a su alrededor y luego por debajo, formando una figura de ocho.
  3. Se continúa por encima y  debajo de la articulación solapando las vueltas con las anteriores en unas dos terceras partes la anchura de la venda.
  4. Se finaliza el vendaje sobre la articulación con dos vueltas circulares y se asegura con tela adhesiva.

¿Qué son los primeros auxilios?

Se definen como primeros auxilios a las técnicas terapéuticas no profesionales urgentes aplicadas a una víctima de accidente o enfermedad repentina, en tanto llega el tratamiento especializado. Se dice que es un accidentado hasta cuando se encuentra con expertos, ahí se le conoce como paciente.

El objetivo de los primeros auxilios es:
  • Conservar la vida. 
  • Evitar complicaciones, tanto físicas como psicológicas. 
  • Ayudar en la recuperación de la víctima. 
  • Asegurar el traslado de las víctimas a un centro de asistencia.
Existen tres reglas de seguridad (SSS) para poder dar una buena atención a la persona que necesite de nuestra ayuda:

• Evaluación de la escena
• Checar la seguridad 
• Evaluar la situación

Al llegar a la escena de emergencia, es muy importante que el rescatador efectúe una evaluación general del área, la cual no debe tomar más de 10 segundos, e incluye:
  • Posibles peligros que puedan afectar al rescatador o a la víctima.
  • Los posibles mecanismos de la lesión o de la causa de la enfermedad repentina sufrida por la víctima.
  • La cantidad de accidentados involucrados en la escena de emergencia.
  • Evaluación del estado de conciencia: Una manera rápida de valorar la conciencia es determinar si responde o no a: "Alerta" o "¿Esta despierto?", "¡¿Cómo esta?!". También si  responde al dolor, le pellizcamos y reacciona con gestos o gruñidos.

Estrella de la vida

Las seis ramas de la Estrella de la Vida indican las seis tareas que han de realizar los Técnicos en Urgencias Médicas, siguiendo la cadena de la vida:
1. Los primeros rescatadores en la escena deben observarla, comprender los problemas, identificar los peligros para si mismos y para los pacientes, y tomar las medidas apropiadas para garantizar la seguridad de la escena.
2. Los primeros rescatadores llaman a los SEM (Servicios Médicos de Emergencia).
3. Los primeros rescatadores aplican los primeros auxilios y cuidados inmediatos según sus capacidades.
4. Los SEM llegan al lugar y aplican cuidados según sus capacidades.
5. Los SEM proceden con el traslado a un hospital para cuidados especializados. Aplican cuidados médicos durante el traslado.
6. La ayuda adecuada y especializada es aplicada en el hospital.
Detectar, Informar, Responder, Cuidado en la Escena, Cuidados en tránsito y Traslado a un centro de cuidados definitivos.

Es importante tener algunos teléfonos de emergencia.

Teléfonos de emergencia:


  • Policía Federal de Caminos y Puertos: 062
  • Locatel (servicio de localización de servicios públicos): 063
  • Cruz Roja Mexicana: 065
  • Bomberos: 068
  • Fallas en el suministro eléctrico: 071
  • Emergencias en caminos y puentes federales: 074
  • Quejas sobre servidores públicos: 075
  • Ángeles Verdes (auxilio turístico por fallas mecánicas en carreteras y autopistas): 078
  • Procuraduría Federal del Consumidor: 079
  • Escuadrón de Rescate y Urgencias Medicas D.F. (ERUM) : 080
  • Policía Federal Preventiva: 088
  • Instituto Nacional de Migración : (55) 53-87-24-00
  • Protección civil: 088
  • sábado, 30 de agosto de 2014

    Traslado adecuado de una persona.

    Al trasladar un accidentado o un enfermo grave, se deberá garantizar que las lesiones no aumentarán, ni se le ocasionarán nuevas lesiones o se complicará su recuperación ya sea por movimientos innecesarios o transporte inadecuado.
    Es mejor prestar la atención en el sitio del accidente, a menos que exista peligro inminente para la vida de la víctima o del auxiliador como en un incendio, peligro de explosión o derrumbe de un edificio.
    Una vez que haya decidido cambiar de lugar a la víctima, considere tanto la seguridad de la víctima como la suya. También tenga en cuenta su propia capacidad, así como la presencia de otras personas que puedan ayudarle.

    Hay varios métodos para levantar a los accidentados, que pueden ser los siguientes:

    Métodos para levantar a las personas:

    Métodos de arrastre: Se utilizan cuando es necesario retirar una víctima del área del peligro, a una distancia no mayor de 10 metros y cuando el auxiliador se encuentra solo. No debe utilizarse cuando el terreno sea desigual o irregular (piedras, vidrios, escaleras).
    1. Coloque los brazos cruzados de la víctima sobre el tórax. Sitúese detrás de la cabeza y colóquele sus brazos por debajo de los hombros sosteniéndole con ellos el cuello y la cabeza.
    2. Arrástrela por el piso.
    3. Si la victima tiene un abrigo o chaqueta, desabroche y jale de él hacia atrás de forma que la cabeza descanse sobre la prenda. Arrástrela por el piso, agarrando los extremos de la prenda de vestir (abrigo, chaqueta o camisa).
    4. Si en el recinto hay acumulación de gas o humo, haga lo siguiente:
    5. Si la víctima está consciente y no puede movilizarse, arrodíllese y pídale que pase los brazos alrededor de su cuello, entrelazando las manos.
    6. Si está inconsiente, sujétele las manos con una venda a la altura de las muñecas y realice el mismo procedimiento.
    7. Si la víctima es muy grande usted puede usar el arrastre de los pies, asegurándose que la cabeza de la víctima no se lesione con un terreno desigual o irregular.
    Cargue de brazos:Cuando la víctima es de bajo peso.
    1. Pase un brazo por debajo de los muslos de la víctima.
    2. Colóquele el otro brazo alrededor del tronco, por encima de la cintura y levántela.
    Cargue de brazos con 2 personas


    Cargue de brazo con 3 personas.
    Con ayuda de una cobija:
    1. Colocar la frazada o cobija doblada en acordeón a un lado de la víctima.
    2. Dos auxiliadores se colocan arrodillados junto a la víctima y la acomodan de medio lado (uno de los auxiliadores la sostiene de la cadera y las piernas, el otro de la espalda y la cabeza); el tercero acerca la cobija o frazada y la empuja de tal manera que le quede cerca de la espalda.
    3. Coloquen nuevamente la víctima acostada sobre la espalda y ubíquense para proceder a levantarla:

    Forma correcta de subir un lesionado a una camilla
    1. Cuatro auxiliadores se colocan arrodillados al lado y lado de ésta:
    2. Dos en la parte superior, toman la cobija o frazada a la altura de los hombros y de la cintura y de las piernas, y el quinto detrás de la cabeza.
    3. Jalen los extremos de la cobija para evitar que quede enrollada debajo de su cuerpo.
    4. Enrollen los bordes de la cobija o frazada, redeando el cuerpo de la víctima.
    5. A una orden, pónganse de pie y caminen lentamente de medio lado, iniciando la marcha con el pie que queda más cerca de los pies del lesionado.

    Con la ayuda de elementos:

    Un lesionado puede ser transportado utilizando diferentes elementos como:
    silla, camilla y vehículo; su uso depende de las lesiones que presenta, de la distancia y de los medios que se tengan para hacerlo. 
    • Transporte en silla: Se usa cuando la persona está consciente y NO tiene lesiones severas, especialmente si es necesario bajar o subir escaleras. Debe tenerse la precaución de que el camino esté libre de obstáculos, para evitar que los auxiliadores se resbalen. Para emplear este método de transporte se necesitan 2 auxiliadores. 
    1. Verificar que la silla sea fuerte. 
    2. Sentar a la víctima en la silla. Si no puede sentarse sin ayuda, hagan lo siguiente: 
    3. Cruce las piernas de la víctima, un auxiliador se pone de rodillas a la cabeza de la víctima. 
    4. Meta una mano bajo la nuca, la otra mano bajo los omoplatos. 
    5. En un solo movimiento siente la víctima, acercándose contra ella o sosteniéndola con una pierna. 
    6. Coloque un brazo por debajo de las axilas de la víctima cogiendo el brazo cerca de la muñeca. 
    7. Con su otra mano tome de igual forma el otro brazo y entrecrúcelos apoyando la cabeza contra el auxiliador, sostenga el tronco de la víctima entre sus brazos. 
    8. Póngase de pie con la espalda recta, haciendo el trabajo con las piernas, mientras el otro auxiliador le sostiene las piernas a la víctima. 
    9. A una orden, levántense simultáneamente y coloquen la víctima en la silla. 
    10. Asegúrenla en la silla, inclinen la silla hacia atrás, para que la espalda de la víctima quede contra el espaldar de la silla. 
    11. A una orden, levanten simultáneamente la silla y caminen lentamente

    • Una camilla improvisada
    Una camilla se puede improvisar de la siguiente manera: 
    1. Consiga 2 o 3 Chaquetas o abrigos y 2 trozos de madera fuertes. 
    2. Coloque las mangas de las prendas hacia adentro. 
    3. Pase los trozos de madera a través de las mangas. 
    4. Botone o cierre la cremallera de las prendas.
    Otra forma de improvisar una camilla es la siguiente: 
    1. Consiga una frazada o cobija y dos trozos de madera fuertes. 
    2. Extienda la cobija o frazada en el suelo. 
    3. Divida la cobija imaginariamente en tres partes, coloque un trozo de madera en la primera división y doble la cobija. 
    4. Coloque el otro trozo de madera a 15 cm del borde de la cobija y vuelva a doblarla. 

    Fracturas.

    Si se aplica más presión sobre un hueso de la que puede soportar, éste se partirá o se romperá. Una ruptura de cualquier tamaño se denomina fractura. Si el hueso fracturado rompe la piel, se denomina fractura expuesta (fractura compuesta).
    Una fractura por estrés o sobrecarga es una fisura delgada en el hueso que se desarrolla por la aplicación prolongada o repetitiva de fuerza sobre éste.
    Las causas de una fractura pueden ser muy variadas, pero las causas más comunes de fracturas óseas, son las siguientes:

    • Caída desde una altura
    • Accidentes automovilísticos
    • Golpe directo
    • Maltrato infantil
    • Fuerzas repetitivas, como las causadas por correr, pueden ocasionar fracturas por sobrecarga del pie, el tobillo, la tibia o la cadera
    El contexto de la lesión puede variar demasiado, por ejemplo el golpe directo puede ser en un deporte de contacto, etc.


    Signos y síntomas:

    Algunas veces es complicado saber si es una fractura o un hueso dislocado, por lo tanto hay síntomas que ayudan a diferenciar una fractura de un hueso dislocado, aunque las medidas de primeros auxilios son muy similares.
    • Extremidad o articulación visiblemente fuera de lugar o deformada
    • Hinchazón, hematoma o sangrado
    • Dolor intenso
    • Entumecimiento y hormigueo
    • Ruptura de la piel con el hueso que protruye
    • Movimiento limitado o incapacidad para mover una extremidad.
    Primeros Auxilios:
    1. Revise las vías respiratorias y la respiración de la persona. De ser necesario, llame al número local de emergencias (065) e inicie la respiración artificial, RCP o control de la hemorragia.
    2. Mantenga a la persona inmóvil y calmada.
    3. Examine con atención a la persona en busca de otras lesiones.
    4. En la mayoría de los casos, si la ayuda médica llega rápidamente, permita que el personal médico tome las medidas adicionales.
    5. Si la piel presenta ruptura, se debe tratar de inmediato para prevenir la infección. No respire sobre la herida ni hurgue en ella. De ser posible, enjuague suavemente para retirar los detritos visibles y otros agentes contaminantes, cuidando de no frotarla ni irrigarla con demasiada fuerza. Cubra con apósitos estériles.
    6. En caso de ser necesario, inmovilice el hueso roto con un cabestrillo o tablilla. Entre los elementos posibles para entablillar se pueden considerar un periódico enrollado o tablillas de madera. Inmovilice el área tanto por encima como por debajo del hueso lesionado.
    7. Aplique compresas de hielo para disminuir el dolor y la hinchazón.
    8. Tome medidas para prevenir un shock. Coloque a la víctima en posición de shock y cúbrala con un abrigo o una cobija; pero no la mueva si sospecha de una lesión en la cabeza, la espalda o las piernas.
    Un periódico puede ser una buena opción para entablillar.
    Una vez realizado este se debe verificar la circulación sanguínea de la persona presionando fuertemente sobre la piel que se encuentra más allá del sitio de la fractura. Por ejemplo, si la fractura se presenta en un brazo, presione en las manos. La piel primero debe ponerse blanca y luego "rosada" aproximadamente en dos segundos. Otros signos de circulación inadecuada abarcan piel pálida o azulada, entumecimiento y hormigueo y pérdida del pulso. Si la circulación es insuficiente y no se dispone de personal capacitado rápidamente, trate de realinear la extremidad en una posición normal de reposo. Esto reducirá la hinchazón, el dolor o el daño a los tejidos debido a la falta de irrigación sanguínea.
    En caso de que se presente sangrado, se debe realizar lo siguiente:
    1. Coloque un pedazo de tela limpia y seca sobre la herida para cubrirla.
    2. En caso de que continúe el sangrado, aplique presión directa en el sitio. no aplique un torniquete en la extremidad para detener el sangrado, a menos que se trate de una situación potencialmente mortal.
    Que NO hacer:
    • NO mueva a la persona a menos que el hueso roto esté completamente estable.
    • NO mueva a una persona con lesión en la cadera, pelvis o muslos, a menos que sea absolutamente necesario. Si tiene que moverla, arrástrela hasta un lugar seguro tomándola de la ropa (por los hombros de la camisa, el cinturón o los pantalones).
    • NO mueva a una persona que tenga una posible lesión en la columna vertebral.
    • NO intente enderezar un hueso ni una articulación deformados ni cambiar su posición, a menos que la circulación parezca afectada.
    • NO trate de reubicar una posible lesión de la columna.
    • NO pruebe la capacidad de un hueso para moverse.

    Quemaduras


    Una quemadura es una lesión en la piel debido al contacto o exposición de un agente peligroso, como son el calor, el frío, la electricidad, las radiaciones del sol o ciertos productos químicos.
    El cuerpo humano tolera temperaturas de hasta 40º C; por encima se pierde la capacidad natural de la piel de regenerarse.
    Hay distintos grados de quemaduras y son los siguientes:
    Grados de quemaduras:

    • Quemaduras de Primer Grado: Solo afectan a la capa más superficial de la piel, y se caracterizan por un enrojecimiento de la piel que duele al contacto, comúnmente las encontramos cuando la persona ha tenido una exposición prolongada al sol. Son las más frecuentes de encontrar, sobre todo en el verano.
    • Quemaduras de Segundo Grado: son un poco más profundas, y su característica principal es la aparición de ampollas. Las ampollas son un sistema de defensa ante la quemadura: protege de las infecciones y, con el líquido que contienen, hidratan la herida y ayudan a la cicatrización. Estas quemaduras son muy dolorosas.
    • Quemaduras de Tercer Grado: en estas quemaduras podemos ver tejido carbonizado, las terminaciones nerviosas encargadas de transmitir el dolor se destruyen, de ahí que se diga que las quemaduras de tercer grado no duelen.
    Primeros auxilios:


    Estos son algunos de los pasos que debemos llevar a cabo a la hora de tratar de dar primeros auxilios a una persona que presente quemaduras:
    • Lo primero que debemos hacer es eliminar la causa de la quemadura; todo ello para disminuir la agresión térmica. Si la persona tiene llamas, se debe hacer que la persona ruede.
    • Buscar otras posibles lesiones como hemorragiasfracturas, shock, etc. Siempre se tratará primero la lesión más grave.
    • En quemaduras de primer grado, cremas hidratantes y especialmente el aloe vera resultan muy beneficiosas.
    • Refrescar la zona quemada: para ello, podemos aplicar agua en abundancia (20-30 minutos aprox.) sobre la superficie quemada, evitando que sea muy fría, porque podemos provocarle hipotermia. Previamente, hay que quitar al quemado ropas, joyas y todo aquello que mantenga el calor.
    • Envolver la lesión con gasas o paños limpios, humedecidos en agua. El vendaje ha de ser flojo.
    Hay ciertas cosas que no debemos hacer al cuidar una quemadura.
    • No aplicar pomadas, cremas, pasta dentífrica, hielo, mantequilla, etc sobre la quemadura, sólo agua.
    • No enfriar demasiado al paciente, solamente la zona quemada.
    • No dar agua, alcohol, analgésicos por vía oral.
    • No Romper las ampollas, pues el líquido que contienen protege de la posible infección. Al romperlas abriríamos una puerta para la entrada de gérmenes.
    • No Despegar la ropa o cualquier otro elemento que esté pegado a la piel.
    • No Dejar sola a la víctima. En caso de tener que ir a pedir ayuda, la llevaremos con nosotros, siempre que sus lesiones lo permitan.
    • No Apagar las llamas de la persona con agua. Siempre se deben apagar haciendo que ruede o cubriéndolas.
    Si la persona llega a presentar alguno de los siguientes síntomas o señales de alarma se debe evacuar al enfermo al centro hospitalario con Unidad de Quemados en posición lateral.
    • Si muestra síntomas de shock (inconsciencia, respiración irregular, pulso débil y rápido, boca y labios secos).
    • Si tiene quemaduras en la cabeza o el cuello, o si tiene dificultad al respirar (puede haber afectado a órganos internos importantes)
    • Si tiene quemaduras en las manos, los pies o la ingle (en cuyo caso es más probable que haya lesiones a los músculos o ligamentos).
    • Si la víctima tiene más de 60 años o menos de cinco (los ancianos y niños tienen la piel más vulnerable).

    viernes, 29 de agosto de 2014

    Estado de shock.

    El estado de shock

    El shock es un estado en el que entra el cuerpo cuando no recibe aporte suficiente de sangre a los tejidos y, por tanto, no llega el oxígeno necesario a los órganos para que éstos realicen sus funciones. Como resultado se produce un fallo multiorgánico.
    El shock es una afección grave, si no se recibe tratamiento urgente los daños pueden ser irreparables, incluso pueden provocar la muerte del accidentado. Por eso debemos brindar los primeros auxilios cuando vemos que alguien está sufriendo un shock, para reducir el riesgo de que los órganos vitales sean dañados.
    La pérdida de sangre masiva causada por traumatismos o quemaduras graves, la congelación de tejidos, reacciones alérgicas y fallos cardíacos, causas en definitiva que impiden la correcta distribución del oxígeno por el cuerpo, son una de las principales causas de Shock. 

    Hay diferentes tipos de Shock, entre los que se encuentran:
    Tipos de Shock:
    • Shock cardiogénico: Es cuuando el shock tiene origen cardíaco, como un infarto de miocardio, el corazón no bombea sangre correctamente a todo el cuerpo y pueden fallar múltiples órganos.
    • Shock hipovolémico: Es cuando se pierde una cantidad considerable de líquidos, como por ejemplo la sangre.
    • Shock anafiláctico: Es causado por una reacción alérgica grave, todo el cuerpo reacciona ante un agente alérgeno, y la dificultad para respirar hace que no se obtenga suficiente oxígeno.
    • Shock séptico: Es originado por infecciones. La infección se extiende desde el foco a través de la sangre, afectando a los órganos e interrumpiendo su funcionamiento habitual.
    • Shock neurogénico: Su origen está en el sistema nervioso, que a causa de una lesión deja de mandar las órdenes correctas a los órganos para que funcionen. En ocasiones no existe ninguna lesión en el sistema nervioso, sino que el shock está causado por otros factores, como por ejemplo el dolor muy intenso, que puede afectar al cerebro impidiéndole funcionar. 
    Antes de ver como podemos ayudar a una persona, primero debemos asegurarnos de que se trata de un estado de shock o choque y ver si presenta los signos y síntomas.

    Signos y síntomas de un estado de choque:

    • El principal signo que es que la presión arterial es muy baja y tiene un pulso rápido pero débil.
    • La víctima siente ansiedad, agitación y temblores.
    • Hay presencia de mucosas y uñas azuladas, debido al bajo aporte de oxígeno.
    • La piel está húmeda y pálida, de un color grisáceo y hay sudoración abundante.
    • Hay respiraciones lentas y superficiales, aunque en algunos casos puede ser rápidas y profundas, lo que llevará a la hiperventilación.
    • Hay mareos, vértigo, desmayos e incluso pérdida de conocimiento, siendo frecuentes los vómitos.
    • Dolor torácico y dificultad al respirar.
    Ahora si pasaremos a explicar los primeros auxilios al haber un estado de shock:
    1. En primer lugar se debe avisar a los servicios de emergencias, proporcionando datos precisos y concisos de la víctima y su situación.
    2. Si la persona está inconsciente, se examina la respiración y la circulación y, de ser necesario, se comienza realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
    3. Examinar al accidentado: valorar si puede tener una lesión en la columna, cabeza o cuello, en cuyo caso no se le debe mover. Si se descartan estas lesiones y la persona está consciente, se procede a ponerla en posición de shock, esto es, boca arriba (sin la cabeza levantada) y con las piernas levantadas aproximadamente 30 centímetros. Con esto ayudaremos a que la sangre retorne de las extremidades al corazón y al cerebro.
    4. Observar si el afectado tiene heridas u otras lesiones, ya que puede que esté perdiendo sangre y en ese caso lo necesario será cortar la hemorragia y administrar los primeros auxilios correspondientes.
    5. La persona debe estar cómoda, sin ropa ajustada que pueda molestar, y mantenerle caliente. Lo apropiado es taparle con una manta o ropas.
    6. Valorar su estado general cada cinco minutos por si empeora.
    7. Puede que el accidentado vomite o tenga muchas secreciones bucales, en este caso se le gira la cabeza hacia un lado, por supuesto siempre que no se sospeche de lesión de columna, en cuyo caso se debe girar el cuerpo entero en bloque, como una unidad.
    8. No dar nada de beber ni comer a la víctima de un shock.
    9. Es importe que no se levante ni deambule sola, mantener la posición de shock.
    10. No dudar al llamar al servicio de emergencias ni esperar a que la situación se agrave.
    11. No abandonar al accidentado, permanecer a su lado valorando constantemente su estado hasta que los servicios de emergencia acudan.
    Posición de choque:
    En la parte de arriba ya se mencionó la posición de shock, la cual consiste en colocar a la persona boca arriba, con la cabeza de lado y con las piernas apoyadas en algo que las mantenga levantadas unos 30 centímetros, como se puede observar en las dos imágenes anteriores.


    Etapas del estado de shock:
    • Fase del shock compensado
    • Fase de shock descompensando
    • Fase de shock irreversible




    Heridas y hemorragias.

    Heridas
    Una herida es una lesión que se produce en el cuerpo. Puede ser producida por múltiples razones, aunque generalmente es debido a golpes o desgarros en la piel. Dependiendo de su gravedad, es necesaria asistencia médica.
    Es toda pérdida de continuidad en la piel (lo que se denomina "solución de continuidad"), secundaria a un traumatismo. Como consecuencia de la agresión de este tejido existe riesgo de infección y posibilidad de lesiones en órganos o tejidos adyacentes: músculos, nervios, vasos sanguíneos.
    Las heridas pueden ser graves en función de una o varias de estas características:
    • Profundidad.
    • Extensión.
    • Localización.
    • Suciedad evidente, cuerpos extraños o signos de infección.
    Tipos de heridas

    Hay diferentes tipos de heridas, unas necesitan una atención más urgente que otras. Su aspecto nos dará una idea de a qué tipo de herida nos enfrentamos y cómo actuar ante ellas: 

    • Abiertas: Hay separación de la piel. Debemos comprobar la distancia que hay de un borde a otro de la herida, y la profundidad. Si no es muy abierta, no será necesaria una sutura.
    • Cerradas: No se observa separación de la piel, pero generalmente hay hematoma. Suelen estar producidas por golpes, y requieren una atención rápida para descartar el compromiso de algún órgano o de la circulación.
    • Simples: alcanzan solamente a la piel sin afectar ninguna función del organismo. La persona solo manifiesta dolor local, no se queja de dolor en órganos internos.
    • Complicadas: son extensas y profundas, con hemorragia abundante, y generalmente conllevan lesiones de músculos, nervios, vasos u órganos internos. Son muy llamativas y se reconocen fácilmente.
    Para poder curar una herida simple debemos hacer los siguientes pasos:
    1. Lavar la herida con agua oxigenada (Preferiblemente) o con agua hervida para evitar una infección.
    2. Desinfectar la herida con una solución yodada o algún otro antiséptico
    3. Cubrir la herida con una gasa, procurando que ésta no se pegue a la herida.
    Hay heridas más graves que vienen acompañadas de hemorragias, pero ¿Qué es una hemorragia? 

    Hemorragia

    La hemorragia es la salida de la sangre desde el sistema cardiovascular, provocada por la ruptura de vasos sanguíneos como venas, arterias y capilares. Es una situación que provoca una pérdida de sangre, y puede ser interna o externa.


    Hay distintos tipos de hemorragias, ya sea por su origen (Internas, externas o por orificios naturales del cuerpo), por el tipo de vaso sanguíneo (capilar, venosa o arterial) o por su etiología

    Hemorragias internas:

    Esto ocurre cuando se rompe algún vaso sanguíneo dentro del cuerpo, o cuando hay un órgano afectado, es difícil detectarlas, pero en ocasiones hay evidencias de que esto está ocurriendo.

    ¿Cómo curar una hemorragia interna?

    1. Acueste a la víctima en posición completamente horizontal y eleve sus extremidades inferiores, con algún objeto colocado debajo de estas, para que queden sobre la altura de la cabeza.
    2.  No administre líquidos ni medicamentos por vía oral o por la boca.
    3.  Tapar o cubrir al lesionado para evitar enfriamiento del cuerpo.
    4.  Traslade al paciente inmediatamente al centro de salud más cercano.
    Hemorragias externas:

    Es la hemorragia producida por ruptura de vasos sanguíneos a través de la piel, este tipo
    de hemorragias es producida frecuentemente por heridas abiertas.

    ¿Cómo curar una hemorragia externa?
    1. Acostar a la víctima en forma horizontal.
    2. Debemos colocarnos unos guantes de látex, para evitar sufrir algún contagio con contacto directo de la sangre del accidentado, si no tenemos guantes podemos usar una bolsa de nailon o algo que evite el contacto.
    3. Debemos descubrir bien la hemorragia para así poder actuar mejor sobre esta, para hacer esto debemos descubrir la zona y limpiarla con una gasa limpia o un apósito.
    4. Debemos desinfectar la herida con agua oxigenada o algún antiséptico.
    5. Con una tela limpia debemos hacer una fuerte presión en la zona de la hemorragia. En caso de no tener una gasa limpia podemos hacerlo con las manos si contamos con algún guante.
    6. Si la hemorragia no cesa debemos hacer una comprensión arterial.
    7. En casos extremos debemos utilizar un torniquete, colocándolo entre la herida y el corazón, es preferible no usar algo fino que pueda "cortar" al comprimir la zona, ya que esto puede dañar a la persona.